El día que la vida se puso en 'modo aleatorio': ¡Así empieza todo!
Hey, Hey!!!,
Mi nombre es Jóeneth. Sí, sí, y ya imagino que por el nombre han de saber de donde soy, soy de ese rincón del mundo donde los nombres suelen ser un mosaico sonoro, a menudo nacidos del capricho de sonar quizás, un poco más cool. Soy de Venezuela, y tengo 39 años, y aunque lo plasmo en estas líneas, aún me asombra constatar que la vida me ha traído hasta los 39. Vaya, vaya!!!
He llegado a este punto con el deseo de escribir. Es ahora, en este preciso instante, que encuentro el tiempo y, lo que es más importante, la voluntad para hacerlo. La historia que me propongo desvelar, verán, se teje de una manera particular... pero, alto ahí, no me apresuren. Esta es mi primera vez escribiendo con la intención de que alguien más, aparte de mí, lo lea.
Hace ya siete años, un impulso me llevó a tomar la decisión de migrar. Y, si soy honesta, no fue una elección difícil. Aunque amo mi tierra natal con una pasión desmedida y la llevo impresa en cada fibra de mi ser, desde muy pequeña mi mente ha sido un atlas de sueños, poblado por miles de lugares aún por explorar. Así que, honrando esos sueños, o más bien, dándoles vida, decidí establecerme en un nuevo "Posto" (bueno aquí tendrán algunas palabras en italiano y en inglés, que me gusta incorporar)
Ciertamente, muchos partieron de Venezuela a causa de las difíciles circunstancias que atravesaba el país (un tema en el que no ahondaré en este momento). Otros, como yo, simplemente anhelábamos un cambio de escenario y salimos en busca de nuevas oportunidades. Entre esas otras almas errantes se encuentra también la Mia Amica Paola. Nuestra amistad se ha forjado a lo largo de... mmm... veintiséis años. ¡Oh, solo el Universo sabe con exactitud! Mamma mia, ¡suena a toda una eternidad! (Bueno, quizás no tanto, pero para la corta existencia que llevo, es muchísimo).
Ella está en Estados Unidos y yo me asenté por un tiempo en Chile. Podría afirmar que nunca nos hemos separado, ni por un instante, pero la verdad es que la vida, y nosotras mismas, nos distanciamos brevemente en algún momento. Fue un lapso corto, eso sí, porque para mí, no hay prueba de amor más auténtica que nuestra Amicizia. Nos hemos comunicado de todas las formas posibles: textos, correos electrónicos, WhatsApp, videollamadas por Skype... Hemos hecho lo imposible por estar presentes en los momentos "buenos" y en los "no tan buenos" de la otra.
En una de esas conversaciones, entre risas y suspiros sobre lo complicado que es a veces vivir lejos de casa, y lo inesperado que resulta cada día, Paola soltó: "¡Es que nuestra vida está en modo aleatorio! Nunca sabemos qué va a pasar, ni a qué hora vamos a reírnos de la siguiente tontería".
Y ahí, en ese instante, en medio de la pantalla y la distancia, la bombilla se encendió. Ella lo había dicho. "Nuestra Vida en Modo Aleatorio".
Ese nombre encapsula perfectamente la esencia de lo que quiero compartir aquí. Por un lado, está mi experiencia de emigrar, que es, por naturaleza, una aventura llena de variables desconocidas. Cada día es un nuevo desafío, una nueva adaptación, una nueva sorpresa, buena o no tan buena. Es como darle al botón de "shuffle" en una lista de reproducción: nunca sabes qué canción va a sonar, pero sabes que algo nuevo viene.
Y por otro lado, está la conexión con mi mejor amiga, que es el ancla en este mar de aleatoriedad. A pesar de los kilómetros, nuestras conversaciones son el reflejo de esa espontaneidad. Podemos pasar de filosofar sobre el sentido de la vida a debatir qué cereal es el mejor, todo en cuestión de minutos. Esas charlas son un recordatorio constante de que, aunque la vida nos ponga en escenarios distintos, nuestra amistad y nuestra capacidad de encontrarle el humor a lo inesperado permanecen intactas.
Así que, "Nuestra Vida en Modo Aleatorio" es más que un nombre; es una declaración. Es la promesa de un espacio donde compartiré las vivencias caóticas y maravillosas de vivir en otro país y de regresar de nuevo a mi Tierra, las conversaciones absurdas y profundas con mi mejor amiga a través de la pantalla, y todas esas cosas random que hacen que la vida valga la pena ser contada.
Si tu vida tuviera un "modo" asignado, ¿cuál sería en este momento? ¿"Modo Aleatorio", "Modo Enfoque", "Modo Zen", u otro? ¡Cuéntame por qué!
Hola Joe, me gusta mucho como escribes.
ResponderEliminarMe puse a pensar en mi propio "modo" actual y creo que sin duda estaría en "Modo Enfoque".
Por qué Modo Enfoque?
Estos días estoy a tope con muchas cosas en especial un proyecto. Necesito toda mi concentración para sacarlo adelante y no me permito muchas distracciones. Cada día me levanto pensando en los pasos que tengo que dar para avanzar, ¡y parece que no hay tiempo para nada más! Es un modo intenso, ¡pero sé que me va a llevar a donde quiero llegar!
Hola Hebe!!! que bonito que hayas conectado conmigo!
ResponderEliminar¡Qué alegría leer tu comentario y saber que te gusta cómo escribo! Muchísimas gracias, eso me motiva un montón a seguir compartiendo estas historias de "Nuestra Vida en Modo Aleatorio".
Me encanta tu reflexión sobre tu "Modo Enfoque" actual. Te entiendo perfectamente Hay momentos en la vida en los que la concentración es clave, cuando un proyecto nos absorbe por completo y parece que el tiempo se estira y se encoge a su antojo. Esa intensidad, esa dedicación total, es una energía poderosa que sin duda te llevará a alcanzar tus metas.
¡Te envío toda la energía y la claridad para que ese "Modo Enfoque" dé sus frutos y te impulse justo a donde quieres llegar! A veces, para avanzar, hay que sumergirse de lleno, ¿verdad?
Me encanta este espacio tan bonito de reflexión, aquí estaremos leyendo, ésta aventura en aleatorio llamada vida
ResponderEliminar¡Qué maravilla leer esto! 😊 Me encanta que percibas este blog como un espacio de reflexión y que te sumes a esta 'aventura en aleatorio' que es la vida. Josi tu comentario me impulsa a seguir compartiendo. ¡Un abrazo y nos leemos por aquí!
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